sábado, 13 de diciembre de 2014

Estrella fugaz

Bajó las escaleras y paró justo en el último escalón del portal para mirar hacía el cielo, dejando reflejadas en sus pupilas verdes las luces que alumbraban su calle. Ella sonrió, bajó el peldaño y caminó entre murmullos de gente, de músicos en calle Larios, de coches en la Alameda principal... disfrutó del ambiente navideño que en ese momento toda Málaga vivía. Llegó puntual a casa de sus padres y cuando entró vio las luces y guirnaldas que colocaban cada año por estas fechas. En el salón, el enorme árbol adornado con todas las figuras navideñas de años y años. 
- Cuántos recuerdos. - Pensó.
Pero en la cima faltó poner la estrella fugaz. La cogió sin dejar de mirarla y su corazón estalló en tristeza causando alguna que otra lágrima. Su madre sintió lo mismo al verla. 
- Está con nosotras, cariño. - Dijo su madre.
Tomó aire y levantó las manos para colocar ese adorno tan especial. Fueron tantas y tantas veces las que vio a su padre hacer ese mismo gesto tan simbólico que se sintió muy extraña. Fue el primer año que él no pudo ponerlo. En silencio se quedaron mirando a la estrella en el que pareció estar el alma de su padre. 
- Feliz navidad, mamá. 
- Feliz navidad, hija.